La calvicie es una preocupación común entre los hombres a medida que cumplen años. Sin embargo, aunque está asociada con el envejecimiento, muchos se preguntan si la testosterona tiene algo que ver con la caída del cabello. Esta hormona, esencial para el desarrollo masculino, está relacionada con diversas funciones en el cuerpo, pero su vínculo con la salud capilar es un tema de debate.
Desde el blog de Medical Hair pretendemos desmitificar creencias populares y proporcionar información basada en la evidencia científica. En este caso, explorando a fondo la relación entre el pelo y la testosterona. Si te preguntas si la testosterona hace caer el pelo en los hombres, en este artículo descubrirás cómo ocurre realmente este proceso y cuáles son sus implicaciones.
La testosterona en los hombres: ¿cómo afecta el pelo?
La testosterona es una hormona esencial para el desarrollo de ciertos rasgos típicamente masculinos, como la voz grave, la masa muscular el vello facial. Sin embargo, también puede influir en la salud del cabello.
Medicante un proceso catalizado por la conocida como enzima 5-alfa reductase, la testosterona se convierte en la dihidrotestosterona (DHT). La DHT se une posteriormente a los receptores en los folículos pilosos, especialmente en aquellos ubicados en la parte superior de la cabeza. Con el tiempo, estos folículos se vuelven más pequeños y producen cabellos más finos, lo que se traduce en una pérdida de cabello. Este proceso es la principal causa de la calvicie de patrón masculino, también conocida como alopecia androgénica. Recprdamos que la alopecia androgénica es un tipo de calvicie causada por la sensibilidad de los folículos pilosos a los andrógenos, especialmente la DHT. En los hombres comienza generalmente con la recesión de la línea del cabello en las áreas de la frente o coronilla, formando una «M» característica. Con el tiempo, estas áreas pueden unirse, dejando una franja de cabello en los laterales y la parte posterior de la cabeza. Ciertamente, la alopecia androgénica no solo tiene implicaciones estéticas, sino que también puede afectar la autoestima y la confianza de los hombres.
Vemos, pues, que si bien la testosterona no provoca directamente la caída del cabello, sí se encuentra detrás de la misma.
Es importante destacar que no todos los hombres son igual de susceptibles a los efectos de la DHT, ya que esto se determina en gran medida por la genética. Así que, mientras algunos hombres pueden tener niveles altos de testosterona y DHT sin experimentar una caída significativa del cabello, otros pueden ser más sensibles.
Además de la genética y la DHT, existen otros factores que pueden influir en la salud del cabello. Entre estos se encuentran la edad, el estrés, la dieta o ciertas enfermedades y medicamentos. Por lo tanto, la caída del cabello es un problema multifactorial que no debe atribuirse únicamente a la testosterona.
Aspectos que contribuyen a la caída del cabello
Entre los factores que más habitualmente encontramos se encuentran los siguientes:
1. El estrés. El estrés prolongado puede alterar el ciclo capilar y llevar a una caída excesiva del cabello. Situaciones de ansiedad o tensión generan un desequilibrio hormonal que afecta a la salud del cuero cabelludo y debilita los folículos hasta el punto de provocar la pérdida capilar.
2. Dieta pobre en nutrientes. Una alimentación deficiente en vitaminas y minerales, como hierro, zinc y biotina, compromete la producción de queratina, proteína esencial para el cabello. Sin los nutrientes adecuados, el cabello se vuelve más frágil, fino y propenso a la caída.
3. Enfermedades autoinmunes. Patologías como la alopecia areata, el lupus o la tiroiditis pueden hacer que el sistema inmunológico ataque los folículos pilosos. Esto genera una pérdida repentina y en algunos casos irreversible del cabello en ciertas zonas del cuero cabelludo.
4. Envejecimiento. Con el paso de los años, el ciclo de crecimiento capilar se ralentiza y los folículos se debilitan. Esto da lugar a un cabello más fino y escaso, en especial en áreas como las sienes y la coronilla, fenómeno común en hombres y mujeres.

Vemos, por lo tanto, que la caída del cabello es un problema multifactorial que no puede atribuirse únicamente a la dihidrotestosterona, sino también a otras muchas circunstancias.
Por otro lado, un estilo de vida saludable, con buenos hábitos al dormir, puede tener un impacto positivo en la salud del cabello. Además, el ejercicio regular, evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, mejora la circulación sanguínea, lo que beneficia a los folículos pilosos.
¿La calvicie masculina puede influir en la fertilidad?
A menudo, la calvicie masculina y la fertilidad son dos temas se discuten por separado, pero ¿existe alguna conexión entre ellos? Algunos estudios sugieren que los hombres con calvicie temprana pueden tener niveles más altos de testosterona, lo que podría afectar a la fertilidad.
Sin embargo no hay evidencia concluyente que demuestre que la calvicie cause infertilidad. Aunque los hombres con niveles muy bajos de testosterona pueden presentar problemas a la hora de engendrar. No hay, por tanto, pruebas definitivas que sugieran que la calvicie masculina tenga un impacto directo en la capacidad de un hombre para concebir.
Otros mitos comunes sobre la caída del cabello
Existen muchos mitos sobre la caída del cabello que pueden generar confusion. Uno de los más comunes es que usar gorras o sombreros causa calvicie. En realidad, se ha demostrado científicamente que estos accesorios no afectan los folículos pilosos, siempre y cuando no estén demasiado apretados.
Otro mito es que lavarse el cabello con frecuencia acelera la caída. Nada más alejado de la realidad, pues una higiene adecuada es sumamente importante. De hecho, si el deseo es mantener un cuero cabelludo saludable, lavarse el cabello de manera regular cuida la salud capilar y no provoca pérdida de cabello.
¿Existen tratamientos para frenar la caída del cabello en los hombres?
Existen varios tratamientos disponibles para frenar la caída del cabello en los hombres y, en algunos casos, incluso estimular el crecimiento de cabello nuevo. Estos incluyen medicamentos como el minoxidil y la finasterida, los cuales ayudan a bloquear la DHT y a estimular el crecimiento del cabello.
- Minoxidil: se aplica tópicamente en el cuero cabelludo, en forma de solución hidroalcohólica. Puede ayudar a estimular el crecimiento del cabello en casos de alopecia androgénica de intensidad moderada.
- Finasterida: se trata de un fármaco oral que actúa inhibiendo la enzima que convierte la testosterona en DHT, y que llega a ser responsible, por tanto, de una progesiva pérdida de cabello.
Dado que estamos hablando de medicamentos con sus beneficios pero también sus posibles efectos secundarios, es importante consultar con un especialista para determinar la mejor estrategia según las necesidades particulares de cada paciente.

Progreso en investigación
La ciencia continúa avanzando en la comprensión de la caída del cabello junto con sus causas, lo que deja un abanico de posibilidades para continuar avanzado en este tema. Investigaciones recientes han explorado el papel de las células madre en la regeneración de folículos pilosos, lo que podría abrir nuevas vías de tratamiento en el futuro.
Otros estudios se centran en el desarrollo de fármacos con menos efectos secundarios, ofreciendo otra esperanza para aquellos que buscan soluciones más duraderas y menos invasivas. Y aunque la evidencia científica sobre la efectividad de dichos fármacos es limitada, algunas investigaciones sobre la caída del pelo han resultado ser prometedoras.
¿La testosterona hace caer el pelo?
Finalmente podemos decir con propiedad que, aunque la testosterona no hace caer el pelo directamente, su metabolito, la DHT, sí está relacionado con la calvicie. Sin embargo, sabemos que con los tratamientos adecuados es posible manejar este problema y mantener una cabellera saludable.
Podemos concluir, en definitiva, que la relación entre la testosterona y el pelo es un tema que involucra múltiples factores. Así que entender cómo la testosterona afecta el cabello puede permitir conocer las opciones disponibles que ayuden a tomar decisiones informadas sobre la salud capilar.










