- Qué es normal y qué no en la caída de pelo
- Primeras señales por patrón: masculino vs. femenino
- Causas frecuentes de caída capilar
- Autoevaluación en casa
- Mitos frecuentes y realidades sobre la calvicie
- Cuándo pedir cita con un especialista
- Preguntas frecuentes
- Cuidar tu cabello hoy es invertir en cómo se verá mañana
En artículos anteriores hemos explicado cómo la mesoterapia capilar puede ayudar a frenar la caída difusa y a mejorar el grosor del cabello, pero esa conversación sólo tiene sentido cuando entendemos qué está ocurriendo realmente en el cuero cabelludo; por eso, antes de pensar en tratamientos conviene responder con calma a una pregunta muy común: ¿me estaré quedando calvo? En Medical Hair vemos a diario que la diferencia entre preocuparse y actuar está en saber leer bien las señales, distinguir lo fisiológico de lo patológico y tomar decisiones a tiempo.
Qué es normal y qué no en la caída de pelo
Perder pelo cada día forma parte del ciclo normal del cabello y, por sí mismo, no significa calvicie. Las alertas aparecen cuando la densidad cambia de forma sostenida, cuando el patrón de pérdida se focaliza en entradas y coronilla o cuando la raya se ensancha y el volumen se reduce de manera objetiva.
¿Cuánto cabello es normal perder al día?
El cuero cabelludo convive con ciclos que alternan crecimiento, reposo y caída. En una persona sana, una parte de los folículos entra a diario en la fase final para dejar paso a nuevos cabellos. Por eso es habitual encontrar hebras en el peine, en la ducha o en la almohada sin que eso suponga un problema. Lo relevante no es contar pelos, sino comprobar si la reposición acompaña a la pérdida y si el volumen general se mantiene estable. Cuando la caída supera durante semanas lo que tu cabello es capaz de regenerar, el espejo empieza a mostrar un cambio real y sostenido.
¿Cuándo la caída deja de ser “fisiológica”?
Hay situaciones en las que conviene prestar más atención: una raya que, fotografiada con la misma luz, aparece gradualmente más ancha; una coronilla que deja entrever el cuero cabelludo con facilidad; unas entradas que retroceden y marcan una línea distinta a la de hace unos meses. También resulta significativo notar que el peinado pierde consistencia, que el cabello nuevo es más fino y que la sensación de volumen disminuye incluso recién lavado. Si a estos cambios se suman molestias como picor persistente, dolor a la palpación o descamación evidente, es recomendable acudir a una clínica capilar para descartar problemas del cuero cabelludo que puedan estar influyendo.
Primeras señales por patrón: masculino vs. femenino
Patrón masculino: entradas y coronilla
En los hombres, la calvicie de patrón suele iniciar su recorrido en dos zonas muy características: la línea frontal, con entradas que avanzan de forma lenta pero constante, y la coronilla, donde el cabello se afina hasta clarear. La progresión rara vez es brusca; lo más habitual es que el cambio se haga evidente al comparar fotografías separadas por meses. La sensación de que la luz “rebota” diferente en la parte superior, de que el remolino no cubre igual o de que el flequillo gana transparencia son detalles que ayudan a reconocer el patrón a tiempo.
Patrón femenino: ensanchamiento de la raya y aclaramiento difuso
En las mujeres, la pérdida se manifiesta de otro modo. La línea de implantación frontal suele respetarse, mientras que la zona central-superior pierde densidad y la raya se ensancha de forma progresiva. Muchas pacientes describen que el cabello “pesa menos” y cuesta más conseguir volumen al peinarse. Este patrón difuso no muestra calvas completas, sino una miniaturización gradual del cabello que, si no se aborda, termina por hacerse visible en fotografías y espejos con una claridad que antes no existía.

Causas frecuentes de caída capilar
Alopecia androgenética (calvicie común)
La alopecia androgenética es el motivo más frecuente de consulta. Su base está en la sensibilidad de ciertos folículos a estímulos hormonales que acortan la fase de crecimiento y generan cabellos cada vez más finos. En los hombres dibuja el mapa clásico de entradas y coronilla; en las mujeres, el ensanchamiento de la raya y la reducción del volumen global en la parte alta. Evoluciona con ritmos distintos según genética, edad y otros factores, pero comparte una constante: si no se interviene, tiende a progresar.
Efluvio telógeno
El efluvio telógeno se comporta de manera distinta. La caída aparece con rapidez, a menudo semanas después de un acontecimiento como una enfermedad con fiebre, una intervención quirúrgica, un cambio hormonal o una época de estrés intenso. No se focaliza en entradas o coronilla, sino que afecta a todo el cuero cabelludo; quien lo sufre nota que el pelo “se va a puñados”, la coleta pierde grosor y el volumen baja sin que aparezcan zonas despobladas. La buena noticia es que, una vez controlada la causa, el crecimiento suele reanudarse y la densidad se recupera gradualmente.
Alopecia areata
La alopecia areata tiene una presentación que resulta inconfundible para el ojo entrenado: placas redondeadas u ovaladas donde el cuero cabelludo queda totalmente al descubierto, a veces con ligeras molestias previas. Su origen es autoinmune y su evolución muy variable; puede resolverse de forma espontánea o necesitar tratamiento específico. La clave está en reconocerla pronto para diferenciarla de otros tipos de pérdida y evitar maniobras que no aportan beneficio.
Autoevaluación en casa
Comparativa fotográfica: raya, coronilla y entradas (mes a mes)
La forma más sencilla y útil de valorar la evolución es fotografiar de manera periódica la coronilla, la línea frontal y la raya con la misma iluminación y ángulos fijos. Mirarse cada día a veces engaña; comparar una imagen de hoy con otra de hace ocho semanas ofrece una visión objetiva del cambio. Si la raya aparece sistemáticamente más ancha, si la coronilla deja ver el cuero cabelludo con más facilidad o si las entradas están más definidas, la tendencia queda documentada.
“Pull test” o prueba de tracción
La prueba de tracción es una maniobra sencilla en consulta que consiste en tirar suavemente de pequeños mechones para estimar si hay caída activa. En casa, su valor es limitado y conviene usarla solo como referencia anecdótica, sin repetirla con frecuencia ni extraer conclusiones tajantes. Lo que verdaderamente importa es la cronología, la distribución y la persistencia de la caída, no una única prueba realizada fuera de un contexto clínico.
Otros indicios acompañantes: picor, dolor, enrojecimiento, descamación
Además de la densidad, el cuero cabelludo habla a través de su sintomatología. Un picor que no cede, una irritación evidente, dolor al tacto o la presencia de costras y descamación merecen atención, porque algunas dermatosis, como la dermatitis seborreica o la psoriasis, pueden empeorar la caída o confundirse con ella. Tratar el entorno cutáneo a tiempo ayuda a proteger el folículo y a mejorar el aspecto general del cabello.
Mitos frecuentes y realidades sobre la calvicie
Lavar a diario empeora la caída
El lavado no provoca calvicie. Lo que observas en la ducha son cabellos que ya habían completado su ciclo y estaban listos para desprenderse. Mantener una higiene adecuada, con productos respetuosos y sin agresiones térmicas, favorece un entorno saludable para el folículo y no acelera el proceso de pérdida. La clave no es la frecuencia por sí sola, sino la combinación de cosmética sensata y hábitos que no irriten el cuero cabelludo.
Usar gorra provoca calvicie
Cubrir la cabeza no “asfixia” el cabello, porque el folículo recibe oxígeno y nutrientes a través de la sangre, no del aire exterior. Lo que sí puede perjudicar es la tracción repetida de peinados extremadamente tensos, la fricción constante en una misma zona o el abuso de herramientas de calor. Diferenciar un accesorio neutro de un hábito dañino ayuda a poner el foco en lo que realmente importa.
Si se cae ahora, ya no vuelve
Generalizar es engañoso. Un efluvio telógeno suele ser transitorio y muchas veces revierte por sí solo; una alopecia androgenética puede estabilizarse y mejorar su aspecto si se interviene a tiempo; una areata requiere un planteamiento específico. Por eso insistimos en el diagnóstico temprano: cuanto antes nombremos la causa, antes podremos definir un plan sensato para conservar y optimizar la densidad.
Cuándo pedir cita con un especialista
Si la caída persiste más allá de unas semanas y no se corresponde con un momento vital concreto, si aparecen entradas que avanzan, una coronilla que clarea o una raya que se ensancha al comparar fotografías, si la pérdida es difusa y muy llamativa o si el cuero cabelludo pica, duele o muestra inflamación, es el momento de pedir una valoración. También conviene hacerlo cuando existe antecedente familiar de calvicie marcada y se observan los primeros signos, o cuando la preocupación genera ansiedad que afecta a tu día a día.

Por qué el diagnóstico precoz mejora el pronóstico
Actuar pronto permite proteger el capital capilar y planificar medidas realistas. En diagnósticos de patrón, el objetivo es estabilizar el proceso, mejorar el grosor y conservar la mayor densidad posible. En caídas transitorias, identificar el desencadenante y acompañar la recuperación evita tratamientos innecesarios y reduce la incertidumbre. Y en presentaciones como la areata, la rapidez orienta el tipo de intervención y mejora el seguimiento. En Medical Hair dedicamos tiempo a esta fase porque es la base de resultados naturales y sostenibles.
Preguntas frecuentes
¿Perder 50–100 pelos al día es normal?
Ese rango entra dentro de la variabilidad fisiológica del ciclo capilar. Lo importante es que, a pesar de esa pérdida cotidiana, el cabello mantenga su densidad y su volumen con el paso de las semanas. Si la reposición no acompaña, conviene observar con método y consultar.
¿Cómo sé si es efluvio telógeno o alopecia androgenética?
La clave está en la distribución y en el tiempo. El efluvio debuta de forma más brusca, afecta a todo el cuero cabelludo y suele relacionarse con un desencadenante reciente; la androgenética avanza de manera lenta y en patrón reconocible. Fotografiar y anotar fechas ayuda a distinguirlos.
¿La raya más ancha en mujeres siempre indica calvicie?
No siempre, pero es una señal que merece seguimiento. Si al comparar imágenes separadas por semanas la raya aumenta de anchura y el volumen se reduce en la parte superior, conviene una valoración para descartar un patrón femenino y estudiar opciones de mejora.
Cuidar tu cabello hoy es invertir en cómo se verá mañana
Saber si te estás quedando calvo no es una cuestión de un día ni de una cifra aislada, sino de tendencias. El cabello habla a través de su patrón, del grosor, del volumen y del comportamiento del cuero cabelludo. Entender ese lenguaje evita alarmas infundadas y, al mismo tiempo, permite actuar cuando de verdad importa. Si te reconoces en lo descrito, el siguiente paso no es cambiar de champú cada semana ni ocultar el pelo bajo una gorra, sino buscar una valoración que nombre la causa y te ayude a trazar un plan.
En Medical Hair te acompañamos en ese proceso con un enfoque claro: escuchar, explicar y decidir contigo la mejor manera de cuidar tu cabello hoy, con la mirada puesta en cómo quieres verte mañana.
Referencias consultadas
Osorio, A. (s/f). Caída del cabello: Elfarmaceutico.es. Recuperado el 29 de octubre de 2025, de http://bit.ly/4qDiTcM
Garcia, M. S. (2021). Abordaje de la caída del cabello. FMC – Formación Médica Continuada en Atención Primaria, 28(5), 256–265. http://bit.ly/4qz0e1C
(S/f). Elfarmaceutico.es. Recuperado el 22 de octubre de 2025, de http://bit.ly/47hSF84










